Poeta, dramaturga y crítica teatral, egresada del Instituto Superior de Arte en La Habana.
El pasado año estrenó junto a los músicos argentinos Marian Dames y Guillermo Esborraz el espectáculo Charlotte Corday. Poema dramático con música, una exploración conjunta de la voz, la palabra y la música en escena.
Como dramaturga publicó Desdramatizándome. Sus textos teatrales han sido llevados a escena en su país, Argentina, Colombia, Estados Unidos y Puerto Rico.
Como poeta ha publicado los libros Régimen de afectos (2016), Manualidades (2011, Premio Nacional de Poesía Nicolás Guillén y Premio de la Crítica Literaria en Cuba 2012); Un ejercicio al aire libre (2004); y Mañana es cuando estoy despierta (2000), todos por Letras Cubanas.
En 2013 obtuvo el Premio Iberoamericano de Cuento Julio Cortázar por su relato “¿Por qué hablamos de amor siempre?”.
Como crítico teatral preparó para Ediciones Colihue la selección y el estudio crítico del teatro de Virgilio Piñera (2014) y los estudios críticos a los teatros completos de Antón Chéjov e Iván Turguéniev (2015).
Creó y coordina desde 2013 el ciclo Dramaturgias posibles en el Centro Cultural de la Cooperación, institución en la que integra el Comité organizador del Festival Latinoamericano de Poesía en el Centro.
Autorretrato con collar de espinas y colibrí (de Mañana es cuando estoy despierta, Letras Cubanas, 2000)
Ya llega él
mi mano mi roja visión. Más grande
como vidrio coloreado. El gran carnaval
de nuestra casa: llovizna persianas y valles
los dedos del viento y del sol. No sé qué piensa
cuando sueño en alta voz y digo los nombres
de mis amantes y las suyas.
Lamento
no marcarlos con las manchas de mi corazón.
Soy ave sin más turbación
todas las campanadas los ruidos y silbidos sexuales
nos pertenecen
La Tierra. La mayor ternura. La inmensa playa marrón.
Basura. Barro. Cartas de cartón. Dados dedos dúos
débil esperanza de hacer el amor
Pelos como hebras de algodón uñas nervios
Ya me voy conmigo. Me tiene robada.
Ya me voy llorando.
Vamos a darnos un chapuzón (de Manualidades, Letras Cubanas, 2011)
Me besa, me mira de reojo y con ironía,
estornuda largamente para ver si cuando vuelvo a mirar
estoy en el espejo todavía. Me decido y me sumerjo,
sumerjo la que parece la más osada de todas
las mamás posibles que soy,
y me besa cada parte entonces.
Mientras, me voy probando todo tipo de cosas en oferta,
desplegada mi silueta en la arena,
recortadas ahora en el agua mis pequeñas dotes de madre,
mis pequeñas monedas,
me decido y me sumerjo.
Porque quiero traer los peluches de mi hija;
el agua salada seguramente les va a mejorar el pelaje
y hay tantos trajes de baño baratos para repartir.
Están los trajes de oso, de gatos, perros y ranas,
los elefantes, las jirafas, la hipopótama y el delfín.
Están la mamá y las sombras de la niña que fue,
sus retratos en blanco y negro
de unas vacaciones en la playa
cuando quiso agarrar la cámara con su gran risotada.
ME EMOCIONA SU PRESENCIA. ME ACABO DE ENTERAR QUE ESTÁ ACÁ. BIENVENIDA COMPAÑERA!!
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