Poemas de Nadadora (Bajo la Luna, 2008)
Dice la nadadora
Camina por el borde
contempla
el impecable espejo
Dice la nadadora:
no hay
como sumergir el cuerpo
en la superficie azul,
En un punto preciso
se detiene y calcula la distancia
respira profundo
alza los brazos
Es corto el movimiento
las piernas se flexionan
y empujan el cemento
el resto cae al agua
por su propio peso
Bajo el agua
exhalación intensa
burbujas
lenguaje del agua
La nadadora emerge
rasga el agua con sus brazos
La cabeza se desplaza
sobre el filo del agua
el cuerpo, desde lo profundo la acompaña
¿Qué distingue a la que nada
del pez recién nacido?
La que nada sabe
que es preciso
alcanzar la orilla
Quiero ser agua
y que te sirvas de mi
que me tengas en la boca
que me aproveches
La que nada alcanza la orilla
se aferra al borde y descansa
Sus piernas se relajan
apoya la frente entre ambas manos
la respiración vuelve a su ritmo
Pero la nadadora
está impulsada a nadar
y con un suave movimiento
antiguo como el mundo
va hacia el centro del agua
mitad del cuerpo dentro
mitad del cuerpo
fuera
como un madero
flota sobre la superficie
su cara mira al cielo
con los ojos abiertos
la nadadora sueña
con aguas mas profundas
La que nada quiebra la superficie
En un solo segundo
se apagan todos los ruidos
Todo es distinto
bajo la superficie:
el movimiento lento
y la luz que reverbera en el fondo
mezclada con el agua
Imágenes de un mundo
todavía sin formarse
Flotando
el cuerpo recorre
el camino inverso
se deshila en el agua
La cabeza
En cuarto de giro
la hace ver
alternativamente
el agua
la arena
alternativamente
la costa
el agua
El agua salada
purifica el ojo
la costa
el agua
los bañistas
aguanta la respiración
afuera
el mundo es imperfecto
La ola cae
rompiendo sobre mí
mojándome
como cuando se ama
El mar no es
una piscina
el mar tiene vida propia
nomás sumergirse
y el cuerpo pierde fuerzas
a veces se avanza
a pesar se retrocede
Cae la tarde
con los pies en el agua
mira el mar, avanza unos pasos
se detiene:
ahora avanza el mar
y la rodea
De eso se trata, en la orilla
poseer
ser poseída
Recostada sobre el cemento tibio
estira una mano y la sumerge
Al retirarla
iluminado
trae consigo un guante líquido
el universo brilla en una mano
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