Un poema como adelanto de Poemas de la luz y la bruma, nuevo libro de la poeta María Cristina Santiago que se presenta hoy, a las 19 hs en La Paz arriba, Av. Corrientes y Montevideo.
Oficio de difuntos
A veces
los seres que ya no están
no pueden despegarse de nuestras vidas.
Permanecen asidos como si todavía
formaran parte del orden terrestre
Pero ya no. A uno de ellos -alma nueva- le digo:
Sigue la luz que te indica tu guía.
camina unos pasos, da media vuelta y
antes de desaparecer para siempre
dime adiós con la mano
Así sabré que te retiras sonriendo
Pero no me dejes sola del todo, necesito nodriza
De los innumerables puntos en que te has pulverizado
deja que atesore algunos para que sean mis guardianes
Permite que hable por tu voz. Algo quedó sin decir,
en noches de juventud eterna
algo que sólo vos sabías y te llevaste
Susúrrame al oído el secreto
a fin de que mis dedos que hoy solamente sirven para teclear palabras
dispongan un nuevo mazo de tarot y saquen cartas.
Debe haber un futuro para mí. No estoy en tiempo de morir
No todavía. Qué hace mi cuerpo sin tu cuerpo, vírgenes
en la materia. Florece mi deseo con tu ausencia.
.
Un destello de luz se filtra por la ventana y siento que estoy en paz.
Te recé como se reza a los santos de las iglesias, con amor profundo
Te unjo de aceites para que los funerales
sean los mismos que tuvieron
los grandes de Troya en sus años de lucha.
Y tal vez en un tiempo que no es tiempo terreno
volvamos a encontrarnos
a fin de consumar el gesto
que me dejó inconclusa.
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